Programa de acción

En momentos en que se esperaba consolidar la recuperación de la economía global para dejar atrás la recesión de 2020, la más profunda del último siglo, con gran pesar vemos que los tiempos de incertidumbre no dan tregua y que este año va a continuar el menor ritmo de crecimiento en la producción de bienes y servicios en todas las regiones, junto con el comportamiento más débil del comercio en los últimos 50 años.

Sin que logren recuperarse los niveles de inflación previos a la pandemia en la mayoría de los países, hoy persiste la presión alcista sobre las tasas de interés y crece el riesgo de que se profundicen los efectos de la fragmentación del comercio mundial, con un impacto cada vez más grande de la desvinculación entre China y Estados Unidos. Se agravan las tensiones geopolíticas por la guerra de Rusia contra Ucrania iniciada en 2022, con afectaciones a los sectores de energía, agrícola especialmente alimentos como trigo y cebada e interrupciones en las cadenas de suministro globales, a lo que se suma la incertidumbre por la conflagración en la Franja de Gaza estallada en 2023. En ese complejo entorno, se han relegado de la agenda internacional los grandes problemas globales como la pobreza, la creciente desigualdad generada por la profundización de la brecha entre las economías más desarrolladas y las naciones de menores ingresos, y el impacto cada vez más severo de los desastres generados por el cambio climático en todo el mundo. Las sequías, tormentas, inundaciones y temperaturas extremas han afectado a 130 millones de personas y causaron 40 mil muertes cada año en las últimas tres décadas.

En diversas regiones de Europa, América Latina y Asia se prevé que el fenómeno El Niño, que propicia un aumento de la temperatura, genere tormentas e inundaciones, con afectaciones para la agricultura, la pesca, el transporte y daños a la infraestructura de generación y abasto de energía, exacerbando la pobreza de las personas que van a sufrir la destrucción de sus viviendas, a enfrentar enfermedades y a sufrir por el encarecimiento de sus alimentos básicos.

En estos momentos de definición del futuro, es preciso remontar la desaceleración esperada en el crecimiento mundial por tercer año consecutivo y revitalizar el crecimiento del comercio de bienes y servicios, de lo contrario la fragmentación del comercio podría alcanzar entre 5% y 12% del PIB global, de acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y nuestros expertos de ICC. En 2024 se va a acelerar la transición tecnológica en medio de la vulnerabilidad del ecosistema digital ante la incertidumbre por las tensiones geopolíticas y las amenazas contra la infraestructura crítica y las cadenas de suministro. La creciente adopción de tecnologías avanzadas aumenta la complejidad del entorno en el que operan las empresas y abre nuevos retos para regular de manera segura y responsable la inteligencia artificial, en beneficio de la comunidad global.

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